Cala Saladeta es una joya escondida en la costa oeste de Ibiza, conocida por sus aguas turquesas y su suave arena. La playa es más pequeña y menos accesible que la cercana Cala Salada, lo que contribuye a su ambiente exclusivo y tranquilo. Para llegar a Cala Saladeta, los visitantes deben tomar un corto sendero por las rocas desde Cala Salada, lo que añade un toque de aventura a la visita. Su ubicación apartada y el paisaje impresionante hacen de esta playa un destino favorito para quienes buscan una experiencia serena junto al mar.
Debido a su ubicación apartada, las instalaciones en Cala Saladeta son limitadas. No hay bares en la playa, restaurantes ni alquiler de tumbonas o sombrillas. Se recomienda a los visitantes llevar su propia comida, bebida y artículos de playa. La falta de servicios comerciales contribuye al encanto intacto de la playa. Las aguas tranquilas son ideales para nadar y practicar snorkel, y las rocas circundantes ofrecen lugares de sombra para quienes deseen escapar del sol.
Para llegar a Cala Saladeta, los visitantes deben ir primero a Cala Salada, que es accesible en coche o autobús. Desde allí, un sendero sobre las rocas lleva a Cala Saladeta; se recomienda llevar calzado resistente para esta corta caminata. Se aconseja llegar temprano para evitar las multitudes y encontrar un buen lugar en la playa. No olvides llevar protector solar, agua y aperitivos, ya que no hay servicios disponibles. Cala Saladeta ofrece una experiencia auténtica e intacta para los visitantes aventureros.